Se
quedó mirando la pantalla, con la vista perdida en ese folio virtual totalmente
en blanco, sin saber qué escribir, aunque hubiese mucho que contar. De fondo
sonaba la que sin duda era la canción más extraña que guardaba en el ordenador,
en una de sus carpetas más recónditas, de esos archivos que solo encuentras
cuando decides limpiar un poco por falta de espacio o simple aburrimiento. Sin
querer pensó en ese programa de televisión al que últimamente estaba tan
enganchado; no encontraba color en la voz, ni un timbre mágico, ni siquiera ese
"calorcito", pero sin duda, era una canción con muchísimo
sentimiento. Aparte de estar en blanco embobado mirando la pantalla, se reía
solo. Maldito imbécil.